¿Qué tercerizar en tu emprendimiento? ¿Cómo hacerlo? ¿Cuándo hacerlo?
La tercerización, bien utilizada, puede convertirse en un instrumento estratégico clave para la optimización de costos, aumentar la productividad y lograr mayor rentabilidad en un emprendimiento.
La tercerización consiste en la contratación de un servicio externo de consultoría, con el objeto de que realice una parte del proceso productivo para el cual el emprendimiento no cuenta con el personal especializado.
De esta manera, se evitan pérdidas de tiempo y se favorece la concentración en aquellas actividades para las que sí están capacitadas y constituyen la base central de su negocio. Pero a fin de que una tercerización sea exitosa, deben tenerse en cuenta algunos aspectos.
¿Qué tercerizar en un emprendimiento?
Todo emprendimiento requiere de la realización de muchas actividades, todas importantes, pero hay algunas que son vitales y demandan la máxima atención y otras más rutinarias que pueden ser delegadas externamente.
Para identificar qué operaciones se pueden tercerizar, hay que considerar lo siguiente:
- Complejidad o simplicidad de tareas. El asesoramiento financiero es un buen ejemplo de la primera, y la gestión administrativa, de la segunda.
- Adquisición de nueva tecnología. En función de los costos de adquisición, de operación y del período de amortización del capital, convendrá a veces alquilar y no comprar una maquinaria.
- Costos en función del volumen. Cuando los costos de elaboración de un producto disminuyen considerablemente en función del volumen, conviene tercerizarlos.
Algunos servicios se caracterizan por ser muy solicitados:
- Contabilidad e impuestos. Muy útil para emprendimientos que recién se inician o para empresas que comienzan a operar en países que desconocen las normativas.
- Recursos humanos. Sobre todo para operar en países en los cuales no se conoce la legislación laboral. Incluye pago de salarios, reclutamiento, seguridad social e impuestos derivados.
- Personal eventual. Para limpieza y vigilancia.
- Servicios tecnológicos.
- Logística y distribución.
Otros todavía no lo son tanto:
- La tercerización financiera. La delegación de las necesidades financieras en socios estratégicos permite cubrir este aspecto hoy imprescindible para la supervivencia de un emprendimiento, sin tener que contratar personal especializado, y en condiciones muy favorables.
- La tercerización financiera otorga múltiples beneficios:
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- Permite conocer la salud financiera de un proyecto o del mismo emprendimiento.
- Proporciona ayuda para realizar proyecciones, modelamientos o presupuestos financieros.
- Permite saber si el costo de los productos o servicios que se ofrecen son correctos.
- Propone metodología adecuada para valuación de proyectos.
- Un emprendimiento estará mejor preparado para recibir inversiones o para endeudarse.
- Ofrece alternativas de manejo para situaciones conflictivas entre socios.
- Ayuda en las presentaciones para inversionistas o en los planes de negocios.
Cuánto y qué tercerizar no es una decisión aislada, sino que debe estar a tono con la estrategia del emprendimiento.
¿Cuándo se debe tercerizar en un emprendimiento?
El momento adecuado para implementarla no es el mismo en cada emprendimiento, en la medida en que dependerá de cómo hayan sido planificadas las estrategias de corto, mediano y largo plazo.
Cuando las actividades tienen mayor exposición al riesgo, la tercerización conviene realizarla desde un principio para disminuirlos; caso contrario, a medida que el emprendimiento va creciendo, llegará un punto en el cual será más ventajoso tercerizar para ganar eficiencia.
¿Cómo tercerizar un emprendimiento?
La creciente tendencia y la cada vez mayor cantidad de proveedores obligan a comprender qué aspectos determinan una exitosa estrategia de tercerización:
- Razones estratégicas. Actividades no especializadas que pueden realizarse a menor costo; reducción de costos (costos fijos que se transformarán en variables); enfoque en áreas clave; superar problemas de capacidad; incrementar la eficiencia.
- Qué y cuánto tercerizar. La relación costo-beneficio es determinante, y en este aspecto juegan significativamente el tamaño del emprendimiento y la estrategia de largo plazo.
- No pensar que es una tarea simple. Reglas claras, experiencia y trayectoria del consultor, costos, confianza y compromiso mutuo, son factores claves para una implementación exitosa.
- La responsabilidad no se terceriza. La organización es la responsable de los éxitos y de los fracasos, por lo que la consultoría desempeña el rol de socio estratégico.
- Calidad de servicios. Los criterios de calidad de la consultoría deben coincidir con los del emprendimiento: esto es vital.
- Cumplimiento. Hay que establecer un calendario operativo con supuestos de compensación por demoras en las entregas de los informes, parciales o finales.
- Seguridad. El emprendimiento debe estar protegido por fallas en la empresa que provee los servicios de consultoría.
La tercerización puede optimizar el rendimiento de una empresa mientras no afecte sus actividades vitales, su rentabilidad o su competitividad. Los costos pueden parecer altos al principio pero los beneficios futuros bien los justifican.