Si elegimos la vida del emprendimiento, elegimos entregarnos a esos hijos que son las ideas, las cuales queremos ver crecer; es por esto, que tener control sobre los socios es tan importante, dado que un mal socio puede hacer fracasar un gran negocio.

 

  1. Experiencia en emprendimiento: empresarial y humana

Es esencial conocer algunas referencias laborales positivas o enriquecedoras del socio, sin embargo, la parte humana es pilar para una buena relación profesional.

Valores como la sinceridad, el diálogo o la escucha, son signos de una persona en la cual se puede confiar para medir ventajas y desventajas de un negocio.

Es mejor privilegiar la experiencia y construir la amistad en el camino, que perderla por falta de rigor empresarial.

 

  1. El dinero es importante, pero el emprendimiento sostenible más

Cuidado con la excesiva preocupación monetaria por parte de posibles socios, las decisiones comerciales importantes y las inversiones con grupos de interés deben irse forjando en el tiempo.  

Más vale una producción exponencial lenta, que una explosión productiva momentánea que caiga en picada por falta de planeación.

 

  1. Retroalimentación compartida

Es un trabajo conjunto que se retroalimenta; dadas estas circunstancias hay que tener presente que el socio es una persona con la que pasaremos la mayoría del tiempo laboral, eso equivale a largas horas de idear y generar recursos.

Parece obvio, pero buenos acuerdos con nuestro socio mejoran notoriamente el desarrollo de las metas.

 

  1. Compartir perspectivas: el éxito de socios para emprendimiento

Hay que tener en cuenta los marcos de comprensión comunes que podrían generarse.

No se trata solo de que el socio venda productos o servicios, sino de que se anime a cargar los mismos de valores agregados y compartidos.

Estar abierto a consultorías financieras y bancas de inversión es una señal directa de metas claras como emprendedor.

 

  1. Visión comercial presente

Un compañero de emprendimiento debe asumir un rol identificable para mayor organización.

Entre estos roles, el comercial es infaltable para fortalecer las ventas e ingresos, asimismo un posible socio debe tener – aparte de visión- conceptos básicos sobre el tema para evitar confusiones que la competencia quiera generar.

 

  1. Sabe cómo encausar las metas

Lograr ver este rasgo en una personalidad emprendedora puede ser razón de peso para una asociación. Como empresarios debemos controlar el rendimiento y dirigir estrategias para el mismo.

Un buen socio será aquél que planee metas alcanzables en el tiempo y esté abierto a recibir consejos de mejora buscando mayor eficiencia en su labor.

 

  1. La autonomía

Podemos identificar a un socio según su nivel de autonomía.

Quienes se sueñan emprendedores deciden con DETERMINACIÓN recorrer un camino de mucho esfuerzo inicial para poder lograr una vida independiente.

Estas personas hacen su trabajo con gusto, teniendo siempre presente esa idea de autogeneración incluso en épocas de crisis.

 

  1. ¡Ojo!

Si bien hay uno de los dos que naturalmente será el dueño de la idea, aprender a compartirla debe ser también un don del emprendedor: perder el miedo a soltarla para hacerla más grande con la ayuda de otros es proyectarse adecuadamente.

 

  1. Grandes aspiraciones: mejor calmar ánimos que forzarlos

Es preferible un socio que tenga grandes aspiraciones laborales y que piense en generar impactos, que socios demasiado racionales, que no logren mirar más allá de lo que tienen al frente.

La capacidad de ver lo que todavía no ha sido creado refleja la potencia de un emprendedor ¿piensa tu posible socio en internacionalización o nuevos mercados?

 

  1. Dispuesto a arriesgarse

Arriesgarse es una actitud vital, estar abierto a los cambios y dispuesto a invertir capital, es la personalidad de un socio ideal. Debe ser proactivo con las oportunidades y no desarrollar resistencia.

Una persona que bloquee decisiones no es la adecuada para liderar conjuntamente un proyecto, pues este se trata fundamentalmente de mantener una propuesta innovadora en el tiempo, con equilibro, creatividad y buenas finanzas.

Finalmente, el proceso de identificación de socios hace parte de un aprendizaje que se irá construyendo en el camino. Las alianzas predilectas se mostrarán poco a poco, mientras el ojo emprendedor se entrena.