El análisis financiero de una empresa abarca distintos aspectos de la realidad de la misma que trascienden los simples números básicos de ingresos y egresos o de utilidad. La robustez de análisis financiero que puede extraerse de la adecuada correlación, contraste y manejo de los estados financieros de una empresa es mucho más profunda de lo que puede pensarse inicialmente.

El análisis de los estados financieros se aborda desde la consultoría financiera de forma tanto independiente como agregada. Cada uno de ellos permite entender ciertas realidades de las empresas y al combinarlos se obtiene un análisis integral. En primera instancia, al pensar en los aspectos básicos de ingresos, egresos y utilidad es clave abordar el estado de pérdidas y ganancias. Al realizar un análisis de este estado financiero es clave poder entender cómo se comportan los diferentes rubros del mismo con el paso del tiempo y como se comporta la correlación entre ellos mismos. A esto se le llama análisis horizontal y análisis vertical.

El primero nos permite entender cómo evoluciona un aspecto particular de la empresa. ¿Está aumentando mi ingreso? ¿qué tanto? ¿Cuánto ha incrementado mi gasto en marketing o en personal en el último periodo? Este tipo de preguntas son clave de poder responderse con este tipo de análisis. Pero los incrementos o decrecimientos del estado de resultados no deben estudiarse de forma independientes, y ahí es donde entra el análisis vertical. Si bien en determinado periodo una empresa puede haber cambios en algún rubro de egresos, por ejemplo, como se correlaciona esto con los ingresos. Un año o trimestre determinado puede observarse, por ejemplo, que el gasto en publicidad y mercadeo se duplicó. Eso podría atraer alarmas, de no ser porque puede observarse qué relación guarda este gasto con los ingresos. Si el gasto comercial se duplicó, ¿cuál es la relación con ingresos? ¿se duplicaron o triplicaron o por el contrario crecieron menos de el doble? Si la respuesta es la primera, quiere decir que la empresa está siendo eficiente en alguna medida en su gasto comercial y crecerlo traerá más ingresos y más utilidad. Sin embargo, si la relación se deteriora (por ejemplo, partiendo de una relación de 1:4 de gasto de mercado a ingreso a 1:3 querrá decir que se invierte más pero no se está haciendo uso eficiente de estos recursos. La misma lógica puede aplicarse a todos los rubros de este estado de resultados en comparación con los ingresos y así entender los cambios que pueda haber en los márgenes de rentabilidad. Si estos se deterioran o mejoran, un análisis vertical de los rubros de costo o gasto permiten entender por qué se da dicho comportamiento.

Pasando al análisis de situación financiera, este termina siendo una foto en determinado momento de tiempo de la empresa en términos de activos corrientes, pasivos corrientes, activos fijos y endeudamiento. Para este estado financiero se aplican las mismas premisas que se han mencionado anteriormente de análisis vertical y horizontal. Sin embargo cobra mayor relevancia la aplicación de indicadores financieros que permitan analizar cómo se interrelacionan diferentes componentes de este estado de resultados y cómo se interrelacionan con el estado de pérdidas y ganancias. Los indicadores financieros abordan diferentes aspectos de la salud financiera de la empresa como lo son la liquidez, solvencia, endeudamiento y rentabilidad, entre otros. Si bien la cantidad de indicadores es variada, lo más importante es saber qué se quiere analizar y qué rubros de los estados financieros. Si queremos saber de liquidez, es clave analizar el capital de trabajo (relación entre activos corrientes y pasivos corrientes) mientras que si queremos entender cómo se ve el endeudamiento de la compañía podríamos analizar cual es la relación de pasivos a patrimonio o entender que porcentaje de ese pasivo es a corto o largo plazo. Esto mismo indicará si las preocupaciones de deudas/pasivos de la empresa son de corto plazo (liquidez) o largo plazo (solvencia).

El diagnóstico financiero de todas formas no estaría completo si no se utilizan indicadores que interrelacionen los estados financieros o que vayan más allá de los indicadores básicos. Sobre el primer punto mencionado, entender las rotaciones de la empresa (rotación de cartera, inventario o proveedores) implica necesariamente correlacionar y entender los cambios de estos rubros del estado de situación financiera en comparación con la evolución de actividad. ¿Creció la cartera porque vendí más este mes? ¿Creció la cartera porque cobramos peor? ¿El manejo de inventarios mejoró o empeoró de acuerdo a el nivel de ventas y compras de la empresa? Los indicadores de actividad típicamente buscan esto, entender movimientos de cuentas del balance general con la evolución de ventas y costos. El endeudamiento, por otro lado, también puede (y suele) analizarse correlacionando ambos estados financieros. ¿Qué tan mayor es mi deuda financiera en comparación con mi utilidad operativa y deuda? ¿Cómo se ve el servicio de la deuda de mi empresa (flujo de caja vs pasivo de endeudamiento)? Y para ir más allá, se puede cerrar el capítulo de indicadores (sin decir que se hayan mencionado todos) con el análisis dupont que descompone la rentabilidad sobre el patrimonio en 3 indicadores independientes o el índice de quiebra de Altman que permite monitorea si, de acuerdo a la combinación de varios indicadores financieros, la empresa puede tener mayor o menor probabilidad de quiebra. Todos estos y muchos otros indicadores son clave a la hora de cualquier diagnóstico financiero y forman parte de una consultoría financiera integral.

Por último y no menos importante, las diferentes métricas y análisis anteriormente mencionados no deben verse de forma independiente del contexto y mercado. Llevar una trazabilidad periódica de la evolución de indicadores es clave para saber si la empresa está mejorando o empeorando, pero es una comparación o benchmark con el mercado quien dirá si la empresa está bien. Más allá de si el margen de rentabilidad ha subido o bajado, saber si la empresa está por encima del mercado o por debajo es un factor clave para entender de si dichos cambios en el margen son una preocupación menor o por el contrario es algo critico a atacar.

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